Proyecto PI2010-29 denominado: Formulación de políticas de Tecnologías de Información y Comunicaciones en la gestión pública del DF para disminuir la brecha digital, y propuesta para el diseño de un prototipo de Módulo Universal de Gestión, perteneciente al convenio ICyTDF/211/2010.
Coordina: Georgina González. Colaboradores: Mónica P. Hernández y Samuel R. García.

viernes, 28 de enero de 2011

Aproximaciones a la obra de Alain Touraine

Este trabajo tiene como objetivo presentar una reflexión de la obra de Alain Touraine, de manera tal que posibilite un acercamiento al pensamiento de uno de los sociólogos contemporáneos más importantes. Con ello se pretende propiciar un debate en torno a sus ideas y fomentar el interés por profundizar en el conocimiento de los temas y problemas que desarrolla en su obra

José Luis Cisneros


· Introducción

El propósito de aventurarme a escribir una síntesis tan apretada, acerca de la obra de un autor como Alain Touraine, sin duda me orilla a dejar muchas preguntas sin respuesta. Sobre todo, por que debo confesar, que este es mi primer intento por tratar de establecer un diálogo con el autor, y junto a este, invitarlos a emprender una comunicación de manera individual e intensa.

Quizá la razón que sostiene esta empresa, sea la de poder contribuir a la multiplicación de aquellas ideas que pretenden explicar la complejidad de una realidad social contemporánea, o más bien, solo sea un pretexto para invitarlos a apropiarnos de una interpretación que no poseemos.

Touraine, es un autor cuya teoría, se teje en un nudo de ideas contenidas en un lenguaje, que nos revela el conocimiento de la relación interior establecida por el sujeto con la sociedad, un lenguaje que es tan romántico como pedante a la vez, un lenguaje que juega y experimenta con la flexibilidad de las palabras, con su rebeldía, sin dejar de lado su único propósito, el comunicar.

Es por eso, que creo que su lenguaje no se sale de los cánones establecidos. En otras palabras, es un autor, que puede descubrirse a lo largo de sus obras, por el sentido que otorga al sujeto, para el cual, no es un ente ni tan sencillo, ni tan concreto de comprender. Pero si les aseguro, que después de unas cuantas lecturas, uno comienza a desenredar esta madeja de ideas en el espejo de la realidad, y sin duda, nos darán ganas de volver ha leerlo, para finalmente enredarlo de nuevo en la explicación de nuestra propia realidad. Simplemente, porque es un autor capaz de hacer cuestionar nuestra historia, claro está, que tal vez sea demasiado exagerado de mi parte, decir que la única finalidad de su obra, es aclarar los contornos de la realidad, quizá más bien, Touraine solo pretende dejarlos entrever, pues le preocupa mucho, no percibir el mundo en todas y cada una de sus expresiones.
"… Intento pensar socialmente una sociedad que no se piensa así misma,... y en consecuencia, al no corresponder a la posición y a los intereses de los actores reales, no recibo las ventajas de aquellos ideólogos de la simulación, especialistas de nada e inventores de todo. Si por el contrario, esto sucediera, creo que la sociología en este momento, acaba para mí su travesía. Por ejemplo, cuando la sociedad experimenta en el desarrollo de su historia un estallido, o pasa por una transición, término que por cierto se dice demasiado fácil, nuestro papel, como sociólogos, consistiría en diseñar y elaborar los instrumentos de conocimiento que habrán de permitirle, a la sociedad, que se comprenda cuando se halle nuevamente en condiciones de efectuar un avance" (Touraine;1977)

De esta manera, la historia para este autor, surge como un torrente, y aprovecha ese torrente para dejar que fluya la historia, una historia que de pronto, solo se convierte en un pretexto para comprender al sujeto, en la medida en que éste, es el que hace interesante a la historia, estableciendo así una relación del sujeto con su realidad.

"....No reniego de mi pasado; estoy ligado a él, pero si todavía vive en mí, yo ya no estoy en él. Pertenezco a lo que he denominado, junto con otros, una sociedad posindustrial, pero por mi personalidad y las condiciones en las que ella se formó, pertenezco a un pasado inmemorial, que por cierto es preindustrial...de tal forma, que tengo la impresión de moverme sin descanso entre los siglos XIX y XXI, siendo el XX, para mí un simple lugar de paso ". (Touraine;1977)

Es un autor, que posee una gran cantidad de trabajos dispersos; en periódicos, revistas y libros. Es un autor, alimentado por la lectura de los clásicos de la sociología, cuya obra, se encuentra por un lado; llena de contingencias, y por el otro, marcada por un ritmo impreso en sus obras, que al mismo tiempo, es el ritmo de su relación que le toco vivir con la sociedad. En fin, es un autor que debe leerse al margen de cualquier dogma partidario o teórico, y sin duda el resultado inmediato, como bien decíamos, será una modificación en la percepción de la realidad.

"…Escribo para aclarar mis ideas, mis proyectos, mis esperanzas actuales…para soportar el choque con ideologías intolerantes y la lentitud de mi propia formación... para no encerrarme más en el silencio,…. Por que espero que mañana mismo, la sociedad en la que vivo habrá de sacudir los viejos privilegios, las antiguas categorías, los poderes envejecidos…" (Touraine;1977)

Como podemos observar, uno de los temas centrales abordado en las obras de Touraine, sin duda esta en la importancia de la relación del sujeto con la complejidad de la sociedad, al menos eso es lo que yo creo, pues hasta donde alcanzo a entender, los conceptos generales de su obra, no intenta moralizar, más bien su obra tiene una relación muy estrecha con la estructura de formación de una sociedad como la nuestra.

En síntesis, la obra de Touraine se sostiene sobre las escenas de los actores de una sociedad, donde tanto la historia como el actor se mueven paralelamente, es algo así como una relación perversa de dependencia, donde uno sin el otro, no podrían existir, pues ambos en conjunto, forman el sentido de la historia de la sociedad. Es algo así, para que me entiendan, como la relación que se da entre el individuo y el aire.

"… Él actor adquiere unidad, al ejercer un control regularizador y organizador sobre sus propias actividades, sólo en la medida en que viva personalmente la historicidad, es decir la capacidad de desprenderse de las formas y normas de reproducción de los comportamientos y del consumo, de ahí, que lo específico del sujeto humano, sea asegurar la jerarquía de sus conductas, valorizar el conocimiento científico en relación con la opinión y el rumor, la innovación y la invención con respecto a la rutina, y el bien frente a las convenciones sociales…por eso, el día que la historia barra esta sociedad enmohecida, todo cambio se completara … " (Touraine;1987).

· El marco teórico en la construcción de su obra.

Intentare hacer un recuento rápido de una selección de los textos publicados por Alain Touraine, - uno de los teóricos contemporáneos - que han caído a mis manos, ya sea por accidente, curiosidad u obsesión, de ninguna manera es una tarea fácil, por el contrario, implica una experiencia importante en la que de manera consciente asumimos el costo de caer en el abismo de las palabras y las visiones grandiosas. Con ello, pretendemos contribuir modestamente a la comprensión y sensibilización de la importancia que adquiere la teoría actual de la sociología, en la formación de jóvenes sociólogos.

Este autor, junto con otros como Michel Crozier, Jean-Daniel Reynaud, Jean-René Tréanton, Georges Friedmann, Edgar Morin, Paul-Henri, Chombart de Lauwe, Lukman, P. Pich, Bourdieu, Luhmann, Maffesoli, Lipovetsky, y Serge Moscovici, entre otros. Pertenecen a un mismo momento histórico, nacieron fundamentalmente en promedio, en la década de los 30, todos ellos compartieron la vivencia de los grandes conflictos y progresos registrados en las urbes de los países centrales de Europa. Todos ellos, tienen una trayectoria académica, que les ha permitido diseminar sus ideas a través de la docencia, la investigación y la publicación de ensayos, artículos y libros.

En todos ellos, han sido temáticamente distintas las formas en las que han arribado a la interpretación de la compleja sociedad, sin embargo, estos autores junto con Touraine, están unidos por un solo nexo, por un sello común. Por un lado; están inscritos en el realismo de la conformación de las nuevas y complejas formas de las relaciones sociales, de los conflictos y de los nuevos y profundos cambios en los ensayos de la humanidad.

En cierta forma, Touraine junto con sus contemporáneos son herederos de la compleja sociedad, de sus formas de organización y de la aparición de conflictos que antes eran impensables, pues bajo su influencia se han formado todos ellos.

"…. Veo el signo de una sociedad en descomposición, incapaz de pensar en sí misma. Sociedad - avestruz, con la cabeza en la arena y el culo al aire. Sociedad des-realizada, con sobre producción de principios, ideas, símbolos, barreras. Siento, por la Francia de preguerra y posguerra, una viva repugnancia, y si bien participe efectivamente en el clima a la vez industrializador y modernizador, fue por horror de aquel pasado cuya suficiencia y mediocridad se me habían vuelto insoportables..." (Touraine;1977)

El momento generacional de Touraine, junto a estos otros autores, es común. Al grado, en que juntos han vivido el desencanto del progreso de la sociedad y de su decepción. A todos ellos, les ha llevado a buscar soluciones éticas dentro de la existencia de ellos mismos, en su propio ser, en su propio yo, luchando por explicar todo aquello que ha da lugar al marcado individualismo, al connotado egocentrismo de las sociedades industriales. Así, la realidad para Touraine, como para muchos de estos otros autores, no es única, es múltiple como la coexistencia que se da entre el actor y la modernidad (2).

"Como un castillo en la arena cuando le alcanza la marea, la sociedad industrial se desmorona ante nuestros ojos, pues no creemos ya en una cultura prometeica, que puede explotar los recursos ilimitados de la naturaleza y construir una civilización técnica. Ya no nos admira la imagen de una humanidad, que escapa a la miseria por medio de su trabajo, arrastrada por una evolución ascendente que lleva hacia la abundancia y la liberación de las necesidades. Ni nos preguntamos tampoco, por el sentido de la historia, y nuestra misma moral, no está ya regida por el respeto al padre y por la oposición entre el placer destructor y la esperanza o el ahorro, fuentes de provecho y de alegría. La religión laica, - capitalista o socialista- del progreso no aparece ya más que como la ideología de la que sirven unas clases o unas elites dirigentes para imponer la acumulación de capital..." (Touraine;1977)

Sin embargo, uno se preguntaría, ¿acaso la realidad, por ser realidad sólo tiene que partir de la interpretación de la acción del sujeto? Touraine, a lo largo de sus obras aborda esta obscura relación que renace en cada conflicto como producto de las relaciones sociales, establecidas por los sujetos con su entorno, y los sujetos con los sujetos mismos.

".. Nunca abandonaré la idea, según la cual la sociedad no es solamente un sistema, sino que es arrastrada por eso que puede denominarse, indiferentemente, fuerzas, ideas o acciones. La sociedad, es el producto de acciones, es decir, a la vez de conflictos y de valores..." (Touraine; 1987)

La realidad para Touraine, al menos eso creo haber entendido, es un conjunto de redes de conflictos, en los que muchos sujetos ven clausurado su futuro, para sumirse en un mundo de papeles que da origen a la realidad del individuo, una realidad que como ya hemos dicho, no es única es múltiple y se encuentra trazada por el conflicto, un conflicto que en muchos de los casos nos hace vivir el sueño del otro, soñamos que vivimos en una sociedad sin disputas, y despertamos con el conflicto. En otras palabras, la realidad de las sociedades contemporáneas, han obligando al sujeto a desconocer la mensura, de pronto, los conflictos sociales, han obligado a los sujetos a ser prófugos de la moral y del orden, reduciendo su objetivo solo a la sobrevivencia.

"... La evolución que hoy vivimos, es a la inversa. De las ruinas de las sociedades modernas y de sus instituciones...podemos ver...como se separan, por un lado el universo objetivado de los signos de la globalización y por el otro, un conjunto de valores y expresiones culturales, de aquellos espacios de la memoria colectiva, que hoy, ya no constituyen sociedades... en la medida en que se cierran sobre si mismos, dando cada vez más, prioridad a los valores técnicos y a las innovaciones, más que a las tradiciones. Compartimos, una sociedad que se organiza a partir del consumo, y que no tiene principio de integración...debido a que la socialización, descansaba sobre la adquisición de imágenes de un tiempo y un espacio fuertemente asociados uno a otro. Hoy, nos vemos cada vez más privados de un tiempo y un espacio socialmente definidos. Por ejemplo, la televisión, hace muy cercano lo muy lejano, y la idea de una historia que siempre era la de una nación o una colectividad territorial, es reemplazada, por la memoria individual. Así, lo que en principio se percibe como crisis de la familia, la escuela o las instituciones, es de la socialización, es una crisis de formación de la identidad. Pues la pareja, cuya misión era formar la norma social y la identidad individual o colectiva desaparece, de la misma manera que la decadencia del teylorismo, es decir de la racionalización de la producción. Por tanto, lo que hoy amenaza más directamente al sujeto, es esta sociedad de masas en que el individuo escapa de toda referencia así mismo, se vuelve un ser de deseo que rompe con todo principio de realidad. ¿Cómo es posible que esta posición...nos lance a la trampa de reducir al otro, a ser un puro objeto de placer? ¿Cómo evitar que el fuerte imponga su goce al débil, el adulto al niño, el hombre a la mujer, el europeo al colonizador? El sujeto, esta tan amenazado hoy por la sociedad de consumo que nos manipula, o por la búsqueda de un placer que nos encierra en nuestras pasiones, tal y como lo estaba en el pasado, por la sumisión a la ley de Dios o de la sociedad. ¿Cómo podemos vivir juntos si nuestro mundo esta dividido en al menos dos continentes cada vez más alejados entre sí, el de las comunidades que se defienden contra la penetración de los individuos, las ideas, y las costumbres provenientes del exterior, y aquel cuya globalización tiene como contrapartida un débil influjo sobre las conductas personales y colectivas? (Touraine;1997)

Como podemos observar, Touraine es un autor, que desde su particular lenguaje, pone al descubierto una realidad que para muchos, tal vez es conscientemente desconocida, ignorada o rechazada, es finalmente la realidad de una sociedad altamente tecnificada, es una realidad interpretada por Touraine, a través de sus obras, de su pensamiento, de sus vivencias, de sus pasiones y de la grandeza de sus ilusiones.

Finalmente, de manera personal, estoy, convencido que con las explicaciones contenidas en sus obras, Touraine no-solo pretende develar la herencia de un capitalismo carnívoro, por el contrario, más bien su cometido, estriba en contribuir para la preparación del advenimiento de una nueva era.
"… mi objetivo, consiste en trabajar por la unión de una nueva imagen de la cultura y de un nuevo análisis de los conflictos sociales. Porque el interrogante que nos debe mantener despiertos es: ¿quiénes serán los actores de la historia, en el teatro en el que el nuevo decorado ya ha sido montado? Estamos finalmente, en el momento en que se puede pensar socialmente la sociedad. (Touraine;1977)

Su formación

Un escritor de esta naturaleza, sin duda representa una aventura formidable y una terrible provocación para emprender un viaje en el laberinto de sus controvertidas ideas, desde luego, es mi deber aclarar, que el riesgo de esta aventura, nos puede colocar ante tentaciones adicionales.

Este autor (3), puede ser catalogado como uno de los teóricos contemporáneos más innovadores, al ser un autor que logra construir su propio discurso teórico, solo a partir del trabajo de investigación y docencia, y no de la práxis del ejercicio de la militancia. Lo que sin duda, nos permite reconocer su clara demarcación entre el saber científico y el saber de la práctica política.

"… él mundo de los intelectuales de izquierda se desgarra poco a poco entre aquéllos, que por un lado, se encierran en un gran rechazo que no es más que la teoría de una práctica obrera revolucionaria en vías de desaparición, y por el otro, están quienes afirman ante todo, la necesidad de adoptar una nueva imagen del mundo, pero cuya crítica, es cada vez menos política, social y cultural. Resulta entonces urgente, que la reflexión haga surgir a la vez, el nuevo campo cultural en que vivimos, las nuevas formas de poder, y por tanto una nueva definición de la sociedad, al mismo tiempo -para decirlo como Serge Moscovici- que un nuevo estado natural. De ahí, que actualmente la contestación social sea por un lado; el rechazo al orden social en general, tal y como si éste, estuviese siendo arrastrado por una pudrición material y moral, y por la otra, la creación de una cultura posindustrial. Sin duda, existen pasos entre una y otra, pero ambas corrientes siguen estando separadas, … pero el día que se encuentren, ese día, habrá nacido una nueva intelligentsia y se formará una nueva cultura, y una nueva política; y es hasta entonces cuando habremos entrado en una nueva sociedad.(Touraine;1977)

Touraine al igual que Weber, reconoce que la ciencia ha entrado en un estadio de super-especialización, antes desconocido, esto es lo que le permite establecer una clara distinción entre el saber científico y el saber para la praxis o instrumentación política, como él la ha llamado, esto es un compromiso para el cambio, con los nuevos actores sociales.

" Nosotros, los sociólogos que hemos combatido constantemente, por los actores de la sociedad civil contra el Estado, y contra todas las fuerzas de control social y moral, nos encontramos repentinamente rodeados por Estados absolutos. Y lo que había sido percibido, como la más formidable producción de la sociedad, por las fuerzas sociales, políticas y populares, como la revolución comunista de Petrogrado a Pekín y de la Habana a Phonm Penh, deviene ante nuestros ojos en el imperio del Gullag, en la banda de los cuatro, en el culto a la personalidad, o en el genocidio… Nosotros, debemos luchar por la liberación de los actores y de las relaciones sociales, sin olvidar,… que la sociología se creó para combatir esta idea de sociedad, para dejar de oponer el orden al desorden y el espíritu a la naturaleza, y para reconocer que la sociedad no es un principio de unidad, sino un campo de relaciones entre los actores sociales. (Touraine;1986)

Sin duda, este autor es un hombre cruzado por la educación de las fronteras infranqueables de la unidad familiar, incansable bebedor del estanque de la moral, y solemne admirador al culto a Baudelaire y Rimbaud.

"La escuela labró mis juicios y mis sentimientos. A causa de haber recibido una educación clásica, Italia, será siempre para mí, un país absolutamente diferente: es el país sagrado. La cultura que recibí, en Alemania, Inglaterra o los Países Bajos, no tienen nada que pueda compararse a la de Roma o Florencia. La cultura que aprendí de Brujas o la National Gallery era admirable, pero no divinas como el Foro o gli Uffizzi, de tal suerte que lo esencial para mí de todas estas culturas, era la moral y nunca la literatura. Por eso, cuando me dicen que me forme en una escuela burguesa, contesto que es cierto, pero más aún, es una formación libresca y gracias a esta educación, he logrado sobrevivir esa vida patológica de los seminaristas de universidad, trabajando en medio de las llamas y de las conmociones sin ser afectado por ellas. (Touraine;1977)

Touraine, miembro de los selectos círculos de la escuela de los Annales, cuya influencia de Lucien Febvre y de Marc Bloch sin duda impactaron su formación de estudios superiores en la Sorbonne.

En este periodo, digámoslo así, aún siendo estudiante, aparece su primera producción, un ensayo poco difundido titulado "La imagen de la revolución húngara en la prensa francesa". Posteriormente, tras una estancia por Hungría, Yugoslavia y Belgrado, así como haber experimentado el trabajo como minero, y la consecuente influencia de la obra titulada "Les problemes humains du machinis me industriel", escrito por Georges Friedmann, influyo en la elección de sus posteriores líneas de trabajo.

Como podemos observar, los primeros estudios de Touraine, se enfocaron al análisis de los problemas del maquinismo industrial, de hecho, a su regreso a la Sorbonne, elaboro su primer estudio sociológico, por decirlo así, sobre una cooperativa obrera de producción en París. En 1949, siendo discípulo de Georges Friedmann, realiza sus primeros estudios de cooperativas obreras de producción en la Renault y la Le Mans, estos trabajos le posibilitaron obtener su diploma de nivel superior. (Lo equivalente a la licenciatura hoy). Una vez diplomado, ingresa al centro nacional de investigaciones sociales (CNRS) apoyado por Friedmann.

En el año de 1952, obtiene una beca para estudiar sociología en The University Harvard, apoyado por la fundación Rockefeller, periodo en el que la cima de la sociología, era dirigida por la influencia de los discursos teóricos de Merton y Parsons. Para mediados de 1955, regresa a parís. En 1956, es invitado a Santiago de Chile, donde realiza varias investigaciones entorno a las sociedades dependientes, en su estadía, colabora en la fundación del centro de investigaciones sociológicas junto con Friedmann, Jean-Daniel Raynaund y Lucie Brams.

A su regreso a París en 1958, ingresa a la Hautes Etudes, donde posteriormente, en 1960 se convierte en director de estudios. Ahí, creo el Laboratorio de sociología industrial, el cual, posteriormente se convirtió en Centro de estudio de los movimientos sociales.

En 1959, obtiene su ingreso al centro de estudios sociológicos, célula del CNRS, dirigido por Georges Friedmann y Georges Gurvitch, que se integra por un grupo de cuatro personas: Edgar Morin, Paul-Henri Chombart de Lauwe, Paul Maucorps y Alain Touraine. De esta experiencia, y tras diez años de dedicación a la sociología del trabajo, logra la publicación de su primer libro, La conscience ouvriere. En estos años, participa en la creación de la revista de sociología del trabajo, junto con Michel Crozier, Jean Daniel Reynaud y Jean René Tréáaton.

Posteriormente, en 1965 aparece en francés el texto Sociología de la acción, el cual es traducido al español en 1969. En 1973, se publica su principal obra, La producción de la sociedad, la cual es traducida al español en 1995 por el IFAL y la UNAM. Para 1975, aparece el libro; "Vida y muerte de chile popular", obra caracterizada por testimonios y experiencias de su estancia en chile, y en 1976 se publica en español su libro, "Introducción a la sicología", cuya importancia, radica en su preparación, la que de manera exprofesa, fue elaborada para lograr un fácil acceso a su obra, la producción de la sociedad. En ese mismo año, aparece "La sociedad invisible", obra centrada en un análisis más profundo de los problemas relativos al cambio social.

En 1977 aparece el texto "Cartas a un estudiante", este documento es el resultado de una serie de conferencia que dirige en diferentes universidades a estudiantes. Posteriormente, aparecen libros como; "El postsocialismo, los cambios de la izquierda mas allá del socialismo, Las sociedades dependientes: ensayos sobre América Latina, El regreso del actor, ¿Qué empleo para los jóvenes?, ¿Existen movimientos urbanos?, Crítica de la modernidad, ¿Podemos vivir juntos?, La democracia, etcétera.

· El núcleo de sus ideas

Sin duda, tener la oportunidad de dedicar unas líneas a las ideas de Touraine, es un placer, pero a su vez nos impone ciertas exigencias; por ejemplo, tener un conocimiento mínimo de su producción teórica, lo cual, es sumamente difícil debido a que muchas de sus producciones son editadas, en francés e ingles, y escasamente algunas de estas, son traducidas al español. Sin embargo, las recientes apariciones de sus últimas obras, casi editadas al mismo tiempo en diversos idiomas, pueden constituirse en una buena señal para la difusión de la riqueza del pensamiento de Touraine, un pensamiento escasamente dogmático y convulsionadamente preocupado por explicarse la cambiante sociedad, un pensamiento minucioso y global a la vez, tal y como si pretendiera hace un inventario de la complejidad de la realidad, en fin un pensamiento que se muestra disperso y fluctuante, y quizá, eso es lo que lo hace atractivo.

En la sociedad actual, este retorno a lo privado, en el seno del sujeto, puede traer el riesgo de desarticular la vida social. Pues a menudo, tenemos la impresión de que nuestra vida se divide cada vez más en dos mitades, la del trabajo y la del tiempo libre, la de la organización colectiva y la de las elecciones particulares, lo cual lleva a la personalidad individual al borde de la crisis, sobre todo cuando la realización de los papeles sociales y familiares se combinan con estallidos de violencia y con la liberación de deseos reprimidos. Pero hoy, es preferible aceptar este riesgo que ceder a los peligrosos sueños de reconstruir una cultura unificada por un principio central. (Touraine;1994)

Desde el punto de vista conceptual, Touraine, marco una profunda influencia en la comprensión de los movimientos sociales -a través de la sociología de la acción- cuyo eje central, se encuentra anclado en la idea constructora del conflicto. Digo esto, en el sentido en que sus categorías, y conceptos son configurados para la interpretación del conflicto, y para analizar el proceso histórico de la sociedad en general, desde su perspectiva teórica, cuyo basamento es la acción social.

El sentido de lo social para Touraine, es quizá uno de los ejemplos más acabados de la construcción de su teoría, cuyo sentido o categoría, posee una doble característica: como sistema y acción, como naturaleza y sentido, como creación y control. Por un lado, los conceptos analíticos de la sociología de la acción, son el resultado de la edificación de los estudios de la creación de valores, es decir de las orientaciones que norman la acción y cuya razón de ser, se encuentra en la misma acción; y, por el otro, la de ser conceptos estratégicos que poseen la flexibilidad del doble movimiento de la acción. Este doble movimiento de la acción, permite por un lado, que el sujeto se exteriorice en un objeto y afirme su autonomía, y por el otro, manifieste su capacidad de acción y de control de la producción. (Touraine;1995)

La unidad de la función analítica y de la función estratégica, en la red de sus conceptos, se encuentra en el sentido otorgado al objeto central del estudio de la sociología de la acción, es decir, a los movimientos sociales, considerados por Touraine, como nuevas formas de organización social y cultural, que se manifiestan como fuerzas sociales y de conflicto, cuyo análisis se dirigen hacia los comportamientos colectivos, todos ellos, portadores de una imagen de hombre, sea producto de una relación consciente, o no, esta construcción es el resultado de un pensamiento sistemático.

Los movimientos sociales, no son objetos sociales constituidos, regulados por normas institucionalizadas y mantenidos por sanciones legales, son una categoría analítica definida por la sociología de la acción, lo que implica reconocer que todo es cambio y que los movimientos sociales son los actores del cambio, manteniendo la idea de sistema social, pero reconstruida a partir del campo cultural en el que actúan y manifiestan sus formas institucionalizadas de sus conflictos.(Diaz;1986)

En las ideas de Touraine, encontramos una nueva concepción de sociedad, y por ende, un nuevo concepto de clase, tratado desde una perspectiva distinta de la estructura social - donde se pierde la visión del análisis político social, o la de la sociedad industrial del siglo XIX - en términos de contradicción poseedores/desposeídos.

La sociedad no es más un principio de unidad; es el resultado de conflictos sociales y grandes orientaciones culturales. No es más una esencia sino un acontecimiento. Tal como una organización es sólo el Estado inestable y provisorio de relaciones entre los grupos sociales que poseen o no la autoridad en el interior de ciertos límites, así una sociedad es sólo una mezcla cambiante de conflictos latentes o abiertos, de negociaciones, de dominación impuesta, de violencia y desorden. No podemos comprender al actor por la sociedad a la que pertenece; es necesario partir de los actores y los conflictos que se les oponen y mediante los cuales la sociedad se produce a sí misma, para comprender cómo se construyen las categorías de la práctica. En términos más tradicionales, podemos decir que los valores culturales son los que entran en juego en un conflicto social, cuyo resultado es la institucionalización parcial de normas que se traducen a su vez en formas de organización social. La sociología puede entonces, al fin, eliminar completamente la idea de sociedad, es decir, que esta ultima, nace verdaderamente cuando descara la idea de sociedad y se consagra eternamente al estudio de las relaciones sociales. (Galvan;1986)

El pensamiento de Touraine, se presenta como una construcción de red, la cual no predetermina la posibilidad de una respuesta acabada, más bien, su propuesta, consisten en examinar un espacio concreto de representación de la organización social, mediante los ductos de la cultura, los cuales otorgan una visión pluralista de la sociedad, al definir cada grupo por su participación cultural y profesional, así como por el conflicto que se figura en los modelos sociales del desarrollo de esta

Cuando en una sociedad y en una civilización, aparecen sistemas de reproducción o de control social y, por consiguiente, no separan al actor del sistema social donde está ubicado, una sociedad se define por su orden creador, por una intervención sobre la vida colectiva, que conduce a separar el sistema social concebido como "el espíritu de las leyes" -para utilizar el titulo de Montesquieu - y los actores, que son concebidos como la materia prima que organiza la ley: igual que el desorden, al cual debe imponerse el orden. Para emplear los termino de la lengua clásica, la sociedad es razón, en tanto que los actores son movidos por pasiones. De ahí el rol esencial que posee la educación, es decir, la conformación de las reglas de conducta que permiten el desarrollo de la vida en sociedad. (Galvan;1986)

En esta red conceptual, la categoría de movimientos sociales, forma un conjunto dinámico dentro de su proyecto teórico, que es a la vez analítico y estratégico, pues consiste en elaborar el análisis de los movimientos sociales, bajo la idea ordenadora del conflicto, cuya dimensión no se reduce a la lucha por intereses económicos, sino por la apropiación de las orientaciones culturales consideradas como vitales para la sociedad.

No es posible definir un objeto denominado movimientos sociales, sin elegir un modo general de análisis de la vida social, a partir del cual se pueda constituir una cierta categoría de hechos denominados movimientos sociales, más aun dejando de lado la construcción y análisis de categorías generales, las cuales debemos reconocer desde el inicio, como conflictos que tienden a modificar uno o varios aspectos de la organización social y cultural. Por tal razón, propongo denominar "conductas colectivas" a aquellas acciones conflictivas que pueden entenderse como un esfuerzo de defensa, de reconstrucción o de adaptación de un elemento enfermo del sistema social, ya se trate de un valor, de una norma, de una relación de autoridad o de la sociedad misma (4). Si contrariamente, los conflictos son analizados como mecanismos de modificación de decisiones o de sistemas de decisión, esto es, como factores de cambio, como fuerzas políticas en la más amplia acepción del término, propongo entonces hablar de "luchas". En fin, cuando las acciones conflictivas buscan transformar las relaciones sociales de dominación social que se ejercen sobre los principales recursos culturales, la producción, el conocimiento, las reglas éticas, empleare la expresión "movimiento social". Yo he elegido éstas porque parecen ser las más cercanas a las prácticas actuales. (Touraine;1987)

Bajo este perfil, el proyecto científico de Touraine, radica en su extraordinaria vigencia, en su capacidad de trastocar el orden social, en desenmascarar el poder oculto por los valores y el ejercicio de la autoridad, de encontrar detrás del orden natural, el modelo cultural y los intereses de clase, de tal suerte, que en el centro de este proyecto científico, aparece siempre un movimiento social, en la medida en que éste, es siempre portador de un nuevo orden social, de valores y de poder.

Algunos de nosotros, bien podríamos afirmar que todas las sociedades han conocido una oposición entre la calle y la casa, como dicen los brasileños, entre la vida pública y la vida privada. La idea clásica de laicismo separaban y combinaba el espacio público que debía estar regido por la ley del padre y la razón, y el espacio privado en que podía mantenerse la autoridad de la madre, la tradición y las creencias. Pero esta complementariedad descansaba a la vez sobre la extensión limitada de la vida pública y el mantenimiento de géneros de vida locales, y sobre una jerarquización social que reservaba esa vida pública a las categorías superiores; una y otra desaparecieron. La cultura de masas penetra en el espacio privado, ocupa una gran parte de él y, como reacción, refuerza la voluntad política y social de defender una identidad cultural, lo que conduce a la reconunitarización. La desocialización de la cultura de masas nos sumerge en la globalización pero también nos impulsa a defender nuestra identidad apoyándonos sobre grupos primarios y reprivatizando una parte y a veces la totalidad de la vida pública, lo que nos hace participar a la vez en actividades completamente volcadas hacia el exterior e inscribir nuestra vida en una comunidad que nos impone sus mandamientos. (Touraine;1997)

Desde este punto de vista, la obra de Touraine, ofrece instrumentos interpretativos y estratégicos para pensar en la reconfiguración de la sociedad, luchando contra las falsas concepciones de la sociología, y dotando al sociólogo de una función de compromiso con su realidad social. Así, el papel y objetivo de la sociología según este autor, tiene su basamento en el estudio y análisis de las practicas y las relaciones sociales de los individuos que se reproducen al mismo tiempo que producen su realidad social en un sistema de acción, esto es como relaciones organizativas, políticas y de clase.

El sociólogo debe entusiasmarse ante las transformaciones que hacen aparecer la originalidad y necesidad de su opinión. Debe, busca descubrir por todos lados, los procesos conflictivos de la producción de la sociedad. Sin duda, en ocasiones se identificara con las nuevas fuerzas contestatarias; con las nuevas formas de democracia, que busca penetrar en aquellos dominios penetrados por la tradición o los principios. El sociólogo, tiene conciencia de que sus investigaciones contribuyen a entender el campo de la democracia, remplazando la ilusión del orden por la realidad del debate (del conflicto y la negociación), en suma, mostrando que la sociedad es un campo político. (Galva;1986)

La influencia del pensamiento de Touraine, se convierte en una razón lo suficientemente sustentable como para proponer el rescate de la sociedad, vista está, no como una unidad sino como una mezcla cambiante de conflictos latentes, de dominación, violencia y desorden. Con esta propuesta, el autor busca comprender a la sociedad desde su propia producción, lo que implica reconocer la jerarquía y la oposición del actor y de los conflictos.

Los sociólogos, que estamos interesados en estudiar al actor social y la subjetividad, observamos fenómenos, los cuales tenemos enormes dificultades para entenderlos, como el narcotráfico, la corrupción, la violencia, el mundo virtual, el cual es más real que el mundo real. Nos cuesta trabajo por que somos ingenuos. (Touraine;1995)

Una propuesta de esta magnitud, implica reconocer a los actores desde sus propias prácticas, desde sus relaciones de poder, señalando cuando menos dos formas para abordar el estudio del conflicto; El primero, aquellos que se identifican con el conflicto, con los movimientos sociales. Y lo reconocen como un agente de integración y de realización social capaz de encarnar los valores de una sociedad y promover el progreso. El segundo, se refiere a aquellos sujetos que se identifican con el orden y el Estado, para los cuales el conflicto o movimiento social, aparece como efecto de la crisis, ruptura, marginalidad, o utopía.

En este sentido, al sociólogo, afirma Touraine, le corresponde analizar dichas prácticas, priorizando el papel de la observación, como instrumento fundamental, conocer lo que ocurre en un sector de la sociedad; así como recopilar información sobre lo que sucede, y por ultimo, analizar los procesos para intuir de dichas prácticas el diseño de las relaciones sociales inscritas, en otras palabras, develar las conductas conflictivas en los que se envuelve la relación del sujeto con su acción. En el sentido de esta practica, es donde se encontramos definida a la sociología, es la ciencia que explica los sistemas y las relaciones sociales, sustituyendo interpretaciones anteriores y revelando la crisis de un orden, para dar lugar a otro, a partir de nuevas prácticas sociales.

· Conceptos para la teoría

La perspectiva para analizar los conflictos sociales en Touraine, es tradicional y nueva a la vez, tradicional porque afirma el papel fundamental del conflicto desde la perspectiva en que éste, sólo desaparecerá cuando desaparezca el modelo de acumulación y cuando nuestras sociedades consideren que su fin ultimo estriba en el equilibrio y no en el culto a un dios trascendente.
Por otro lado, es nueva dada la importancia atribuida al concepto de movimiento social, para reconocer las representaciones de la vida colectiva, de los conflictos estructurales y culturales, cuya influencia es clave en el pensamiento sociológico contemporáneo, a través de la denominada sociología de la acción, cuyo eje central, es la idea constructora del conflicto, el cual se opone a la vez a las corrientes norteamericanas clásicas del desorden social y a la tradición economicista del marxismo contemporáneo. (Treviño;1995)

La aparición y organización de nuevos conflictos o movimientos sociales, en los escenarios locales, regionales o mundiales, y el desarrollo de valores culturales diferentes y desconocidos anteriormente, son argumentos lo suficientemente conducentes para justificar las ideas de una sociedad nueva o programada. En este sentido el concepto de movimiento social sirve entonces como una puente - dentro de una imagen nueva de la vida social - entre la crisis de valores, los nuevos retos económicos, las tecnologías y las nuevas formas de vida política. En otras palabras, el objeto central del estudio de la sociología de la acción son los movimiento sociales, entendidos como movimientos históricos, como nuevas formas de organización social y de vida cultural, que hacen presentes nuevas fuerzas sociales y conflictos y cuyo análisis se dirige hace los comportamientos colectivos portadores conscientes de una imagen de hombre. (Treviño;1995)

La propuesta teórica de Touraine, consiste en crear una teoría no social de la sociedad, esto no puede menos que ir en contra del pensamiento sociológico clásico y debería por ello mismo suscitar una serie de debates, sin embargo, más que un reconocimiento de las diferentes posiciones que conforman dichos debates, constituye una invitación a reflexionar sobre la idea de sujeto, transformando con ello a la sociología, en una sociología del sujeto. Ello implica, reconstruir la teoría y la práctica sociológica a partir ya no de la noción de actor, sino de sujeto, del cual se reconozca la pluralidad de la lógica de las prácticas individuales o colectivas, pero no descritas como roles, sino como experiencias. Es por ello, que una sociología del sujeto, no puede ser más que una sociología de la experiencia. (Tavera;1996)

Para Touraine, existe

Realidad Tecnológica
En esta relación, Touraine, encuentra dos contradicciones:
1. los valores se oponen a las técnicas.
2. las técnicas son resistentes a valores.

· Partiendo de estas contradicciones, es como la sociedad se define por su capacidad de transformación.

· Por otro lado, el sistema económico se define por la elección de una parte de la producción, destinada al consumo que permite la acumulación e inversión.

· Los sistemas sociales son abiertos, no se reproducen sino se adaptan.

Para Touraine, existe una nueva concepción de sociedad, así como una interpretación del concepto de clase, desde una perspectiva distinta de la estructura social - donde se pierde la visión del análisis político social -, o la de la sociedad industrial del siglo XIX, en términos de contradicción poseedores/desposeidos. La propuesta es exactamente un modo concreto de representación de la organización social, a través de los acervos culturales que generan una visión pluralista de la sociedad, al definirse cada grupo por su particularidad cultural y profesional y por un conflicto que se establece en los modelos sociales del desarrollo. (Treviño;1995)

Touraine, delinea su perspectiva teórica, a través del concepto de acción social. Para él, lo social contiene una doble realidad: como sistema y acción, como naturaleza y sentido, como creación y control. La sociología de la acción, es por lo tanto, el estudio de la creación de valores, es decir, de las orientaciones que norman la acción y cuya razón de ser se encuentra en la misma acción. En ella existe un doble movimiento; por un lado, el sujeto exterioriza un objeto y afirma su autonomía, y por el otro, se manifiesta su capacidad de acción y de control de la producción. (Treviño;1995) De ahí, la importancia que adquiere la técnica en tanto instrumento de transformación, solo en tanto la sociedad pasa de ser una sociedades de consumo a una sociedad de inversión.

1.- La historicidad
Historicidad (acción de transformación de la sociedad por ella misma, o sea por la creatividad)

Dimensiones de la Historicidad
· Según el tipo de acumulación de cada sociedad (A) menos avanzado a (C) más avanzada es como se define el tipo de relación de clase.
* Cuando la historicidad es débil no hay creatividad.

Desde esta perspectiva, es como podemos entender que el principio rector del proyecto teórico de Touraine, radica precisamente en la importancia atribuida a los movimientos sociales, vistos estos como el espacio de lucha y control del cambio social. En este sentido, el cambio en la sociedad no interesa más simple y directamente en cuanto desarrollo económico y disponibilidad de bienes y tiempo libre, es decir, como producción industrial, sino como cambio del territorio, de su población, de su cultura y de las costumbres, o sea, como producción de la sociedad. (Repetto;1986)

Modo de producción = sistema de acción histórica.

La historicidad, es la transformación de la sociedad por la sociedad misma, lo que implica un proceso dialéctico del sistema social, definido por el conflicto existente, que a su vez rige a otros sistemas que gozan de cierta autonomía. Es digámoslo así, la acción transformadora o creadora de la práctica, de la misma manera en que la inversión económica, está forzosamente en tensión con el consumo. (Touraine;1983)

· El sistema de decisión política. (definido por las relaciones de influencia)
· El sistema de funcionamiento organizacional. (Definido por la interacción de uno y otros elementos).

En otras palabras, el conjunto de estos modelos culturales, es lo que yo nombro historicidad, los cuales se encuentra regido y controlado por una categoría social reducida, que podemos llamar la clase dirigente. Esto no quiere decir, de ninguna forma que esos modelos culturales son ideología correspondiente a los intereses de esa clase dirigente. (Touraine;1995)

2 El sistema de funcionamiento organizacional
· La organización es el centro del equilibrio y la proyección del poder sobre el sistema.
· La dirección de la organización es un organismo de control y equilibrio.

Tiempos en el análisis de la organización

· La identificación de los componentes del sistema, el cual solo se reconoce cuando constituye un centro de influencia.
· El concepto de organización, es indispensable para entender el sistema de relaciones. El cual se presenta de manera más nítida, cuando el sistema de organización social, se aproxima la sociedad posindustrial.

El funcionamiento de una organización no puede analizarse únicamente en términos de relaciones de autoridad. Las decisiones tomadas por el jefe se explican también por las políticas de los dirigentes de las empresas y hasta de los propietarios. De igual manera, el comportamiento de los obreros o de los empleados esta fuertemente dominado por su representación de un conflicto general de intereses. Así, el estudio de los movimientos sociales no debe limitarse a algunos conflictos o eventos espectaculares: un movimiento social es tan fuerte como su ideología y tan fuerte como su organización. (Touraine;1983)

· Un centro de decisión se define por su relación con otros centros de decisión.
· Un sistema de decisiones no-solo es una red de estrategias, por que:

A) Gobierna a una unidad organizacional y sus decisiones son aplicables a un territorio dado. Ejemplo; relaciones internacionales como sistema político internacional.
B) Un sistema de decisiones nunca es soberano porque esta situado en una determinada historicidad, aun que posee internamente cierta autonomía.

Un sistema de decisión, no es lo mismo que un sistema de organización por dos razones; Primero, los actores son el resultado de un conjunto de relaciones, que conforman un campo político. El ejemplo clásico, enunciado por Touraine, es el de los sindicatos, los cuales no son otra cosa, mas que un elemento del sistema de decisiones de la empresa. Segundo, la decisión es solo un producto de influencias, lo que implica que cada actor, se encuentre en una constante negociación con el otro actor, para establecer alianzas u asumiendo rivalidades. Ello implica, que el actor nunca se define enteramente, debido al lugar que ocupa en una red.

· La clase superior, se constituye en el agente del modelo cultural y de la inversión;
· La clase dirigente, en cuanto desempeña este papel motor.
· La clase dominante, en cuanto identifica estas orientaciones con sus intereses particulares, estableciendo su dominación sobre el conjunto de la sociedad.
· La clase inferior, en cuanto se halla a la defensiva, y en cuanto define sus intereses contra una dominación. Es decir, por que apela al modelo cultural, a la acumulación y al modelo de conocimiento de un grupo dominante.

3. El sistema político
El sistema político, no se define como un sistema de oferta que responde a las demandas sociales constituyentes de su medio ambiente, más bien, se debe reconocer como el principio propio de democracia representativa, en el que los actores políticos dependen de los actores que representan. De suerte que los actores políticos actúan a la vez en función de sus posiciones en los sistemas de decisión y como mandatarios de grupos de interés o de movimientos. (Touraine;1983)

Consideraciones finales.

Finalmente, podemos decir como conclusión de esta breve aproximación al arsenal teórico de Touraine, sobretodo cuando hemos intentado esbozar de forma lógica las etapas de la formación de su pensamiento, desde luego, si esta forma de exposición mantuvo una coherencia interna, o no, es discutible. Sin embargo, el hecho de invitar a un acercamiento, a través del campo de reflexión de este autor, desde estas amalgamadas líneas cacofónicas, tiene su mérito por el solo hecho, de pretender mostrar la riqueza y complejidad con que se interpreta la realidad social. Una realidad, delicada cuyos factores internos y externos son expuestos como el papel central del debate en las sociedades posindustriales, sociedades de cristal, hundidas en un mar de conflictos y atiborradas de símbolos, en ellas, el autor intenta definir las dimensiones y los espacios en los que se produce el conflicto, así como delimitar respectivamente el ámbito de lo interno y de lo externo de cada una de estas.

En este sentido, la propuesta teórica de Touraine, sin duda mantiene un contacto permanente con la percepción de los problemas centrales de hoy, la comunicación, la técnica, la lucha política, los conflictos culturales y étnicos, todos ellos atrapados en el prisma de un mundo multicultural.

Así, la autenticidad de esta aproximación a interpretara la realidad, provocan un miedo, el cual no queremos enfrentar, por el temor a ser dominados nuevamente por los imperios de la ideología, este miedo proyecta a los sujetos a revivir viejos dogmas consideran como la única interpretación posible, claro el futuro da miedo, y más miedo da pensar de manera diferente la realidad, sin embargo, este autor, se atrevió a construir una interpretación propia, alejada de los viejos cánones del discurso estereotipado, cuya huellas permanecen impresas en nuestros sistemas de organización social.

En las ultimas propuestas de Touraine, se encuentra la solución, la reflexión intercultural, que es quizá la única que nos puede ayudar a tomar conciencia de lo que esta en juego en cada una de las regiones del mundo, se trata pues, ante todo de entender la función de cada uno de nosotros, no como algo ya constituido y establecido, mas bien como una acción debeladora de esta complejidad.

Todo ello, para explicar que el sujeto continua estando indefinido, así como el espacio y el tiempo, de ahí, que al tratar de buscar la explicación de sus fragmentados puntos de referencia, sin duda se contribuye a la búsqueda de mejores condiciones de vida para el próximo siglo.

Como reducir el avance del racismo, la exclusión, el genocidio, y la guerra, Touraine con la ingeniería social de sus propuestas, nos deja un camino andado, nos facilita nuevas búsquedas, nos induce por las veredas de la duda, para que uno pueda cuestionarse en torno a las nuevas manifestaciones del fanatismo, el nacionalismo, y el cinismo del nuevo juego de la geopolítica mundial, las injusticias, la opresión de la regiones, la hambruna, la violencia social, y cultural, las nuevas enfermedades, la pobreza.

En este sentido, Touraine quiere llamar la atención de occidente cuestionando su fluidez simbólica, y denunciando su existencia resbaladiza, con ello, pretende mostrarnos la encarnación suprema de la razón instrumental de las sociedades posindustriales, sociedades tecnisitas, dominadas por la lógica del mercado. Sociedades, regidas por las super carreteras de la informática, donde el conflicto tiene un nuevo aliado, el internet. Así, hoy el conflicto se figura de manera virtual, plagado de imágenes creadas por la fuerza del consumo y la interacción para un cambio artificial, en una sociedad casi metafórica.

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1. Profesor e Investigador del Departamento Relaciones Sociales. Integrante del Área de investigación; Educación, Cultura y Procesos Sociales. UAM- Xochimilco. Cijl0637@cueyatl.uam.mx

2. Touraine, entiende a la modernidad como aquello que significa separación, ruptura, desunión. De ahí, su insistencia en explicar a la sociedad contemporánea, como una sociedad caracterizada por la creciente separación entre racionalización y subjetivación, entre el universo de la instrumentalidad y el de la identidad, entre el actor y el sistema. (Fenollosa;1996)

3. Touraine, es poseedor de cuatro doctorados Honoris causa, y un incansable luchador por los derechos de los ciudadanos, en contra de los regímenes autoritarios.

4. Léase, para una mayor comprensión del comportamiento colectivo, a Niel Smelser, Teoría del Comportamiento Colectivo. FCE, México

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